RELATO DE TI (INCONCLUSO)
Me encuentro en medio de la nada, mas no solitario pues me acompaña la imagen tuya grabada en mi corazón. Me siento, quiero encender la luz, pero temo perder tu figura y decido quedarme a oscuras junto a ti. Apenas veo tu contorno en la penumbra, puedo verte respirar y con una mirada acaricio tu rostro inmaculado y lleno de paz, como un ángel dormido, así me pareces... no quisiera despertarte.
Discreta apareces en mis sueños como siempre, me arrullas con tu canto, tu aroma se hace presente en toda la habitación, e inundas toda la casa como el raudal de tu risa sonora. Es casi un encuentro real, al punto que casi puedo tocarte. Te siento... me haces feliz y me gozo en la simple contemplación tuya, tu luz, tus brillos y colores.
Tu pelo liso, suave y libre como siempre, es motivo de gozo para el viento que se pasea y resbala sobre él incansable, divertido y juguetón, como un niño con un secreto juego que acaba de conocer. Me quiero unir al viento para acariciar libremente tu faz, tus cejas, tus ojos... dejarme arar por tus pestañas esbeltas, y refrescar suavemente tus mejillas al besarlas, deslizándome al final hasta tus labios-dátil llenos, suaves y dulces como miel.
Respiras y quiero entrar en tus pulmones, y en el torrente de vida, recorrer todo tu cuerpo, entre venas y vasos, arterias y alvéolos...
Quiero tocar tu alma e inundar tu corazón.
Debo despertar irremediablemente, mas no quiero dejar mi sueño, así que en este mundo onírico decido orar como en la realidad, esperando hallar el camino que ya me has enseñado. Lo memorizo... lo recorro dos o tres veces en mi mente y luego me dejo enlazar por las campanillas que, estridentes, me jalan indefenso a una realidad que no quiero. No la quiero porque estoy sin ti...
No la quiero, mas sin embargo del lugar de los sueños he traído un mapa que ahora he de seguir. Mis emociones, las he dejado de lado, han dado paso al sentimiento, habiendo ya abonado el terreno para que germine tu semilla y quede lleno de flores púrpura y carmesí.
Cada vez que me encuentro con tus ojos, me siento abrumado por su belleza...
Discreta apareces en mis sueños como siempre, me arrullas con tu canto, tu aroma se hace presente en toda la habitación, e inundas toda la casa como el raudal de tu risa sonora. Es casi un encuentro real, al punto que casi puedo tocarte. Te siento... me haces feliz y me gozo en la simple contemplación tuya, tu luz, tus brillos y colores.
Tu pelo liso, suave y libre como siempre, es motivo de gozo para el viento que se pasea y resbala sobre él incansable, divertido y juguetón, como un niño con un secreto juego que acaba de conocer. Me quiero unir al viento para acariciar libremente tu faz, tus cejas, tus ojos... dejarme arar por tus pestañas esbeltas, y refrescar suavemente tus mejillas al besarlas, deslizándome al final hasta tus labios-dátil llenos, suaves y dulces como miel.
Respiras y quiero entrar en tus pulmones, y en el torrente de vida, recorrer todo tu cuerpo, entre venas y vasos, arterias y alvéolos...
Quiero tocar tu alma e inundar tu corazón.
Debo despertar irremediablemente, mas no quiero dejar mi sueño, así que en este mundo onírico decido orar como en la realidad, esperando hallar el camino que ya me has enseñado. Lo memorizo... lo recorro dos o tres veces en mi mente y luego me dejo enlazar por las campanillas que, estridentes, me jalan indefenso a una realidad que no quiero. No la quiero porque estoy sin ti...
No la quiero, mas sin embargo del lugar de los sueños he traído un mapa que ahora he de seguir. Mis emociones, las he dejado de lado, han dado paso al sentimiento, habiendo ya abonado el terreno para que germine tu semilla y quede lleno de flores púrpura y carmesí.
Cada vez que me encuentro con tus ojos, me siento abrumado por su belleza...
(Queda inconcluso este relato... no seguiré.)
-C.
-...the bonfire´s light enhanced your beauty...-
