ESCRIBO...

Soy malo para el llanto...
casi no logro concebirlo, por eso escribo...
sustituyendo lágrimas por palabras en tinta y grafito...
intento escapar de ellas muchas veces inútilmente.
Fracaso en no pensarte... estás ahí...

Quise dejar todo de lado y no recordar más
pero no es fácil alejarse del fuego cuando a la distancia
ves aún las llamas penetrando el aire...
y ansías el calor de sus brasas.

Intenté derramar todo mi pensamiento
por ti entonces... y fluyeron en mi mente las palabras,
aparecieron poco a poco grafos sobre el sustrato virgen...
muy bellos escritos surgieron entonces...
grandes y fenomenales escritos ahora perdidos
no solo en el tiempo sino en la realidad misma
que lucha constantemente con el presente inexistente.

Intento atrapar una vez más la memoria de aquel presente
mas solo recuerdo las hojas cayendo...
llevadas por el viento, oblicuas...
amarillas, livianas, fulgurantes...
en naranja y rojo... iluminadas por el sol,
la estrella de aquel atardecer ahora distante...

Aún guardo un recuerdo perdurable
pero no es más realidad, es sueño...
no lo tenía como una obsesión...
pero la otra verdad es que aún
guardo un recuerdo perdurable...
intangible e idealizado… qué más da,
igual... es materia prima para la escritura
buena o mala, no importa, escribo...
es mi llanto.

Te recuerdo rodeada constantemente por tu sonrisa,
por cientos de brillos coloridos sobre tu rostro...
eres una dulzura en este siempre presente...
con tormentas en tu mente... pero una dulzura.

Y recuerdo una vez más, desde la distancia,
cómo queriéndonos... al caer la tarde...
en medio de una clepsidra...
llevados por el agua
nos dejamos ir.

-C.