Me veo como un infante
solitario y desprotegido...
Busco tu seno protector.
Escucho tus suspiros
a cada paso que doy
y temo no encontrarte nunca.
Vuelvo mi rostro al cielo
y clamo por ti desesperado.
¿Acaso no me querías?
No entiendo entonces
por qué te has distanciado
dejando de lado lo que sientes.
Este no es un poema,
no es un escrito siquiera.
Es una infinita pregunta
que requiere respuesta.
-C.
Swimming in the middle of the night,
staring at the full moon,
singing in the calid Pacific Ocean,
I got lost in your eyes... like a fool.
Then, suddenly, the receding tide
stranded me on your shore...
Not that I couldn't swim back;
maybe I just didn't want to leave
despite the foreseen result...
But life is to live
with some one like you.
Come sway me back
to the plentiful water of your love...
I'm like the whale,
you are the planet I sing for.
My love melody...
Your eyes the ocean... the window,
the glance I stare for,
the water window to your insight...
your underlying truth.
Let your soul look at mine,
you'll find that we are soul mates,
swimming in the Grace of G-d's love.
I'm still here, waiting...
-C.
2 P10.
No logro escribir una palabra
sin pensar que quiero, una vez más,
estar envuelto en tus brazos;
extraño el contacto, tu aroma, tu voz...
¿Qué hacer si aún negándome tu pensamiento,
has germinado, como enredadera,
entre mis huesos y mi alma,
con tus brácteas protectoras?
¿Cómo escribir versos sin amor
cuando tú eres la semilla?
¿Cómo dejar de quererte
si te has hecho parte de mi...?
Siento que me embelleces
al vestirme con tus hoja espiraladas
y tus flores tricolor...
Me envuelves y me cubres de caricias.
Como una enredadera en flor...
vas tejiendo lo que soy.
Y me visto de ti.
-C.
Lo que pensé era la densa bruma de la memoria,
comenzando a digerir en fantasías tu recuerdo,
resultó ser solo una nube pasajera
en medio de la noche de verano.
Nube solitaria y momentánea,
casi perdida y sin compañía,
tal y como me he sentido
últimamente que no estás.
Ayer te vi, por un momento te vi,
y fuiste como un viento maestral
que convirtió en jirones cualquier vestigio
de niebla difractora del recuerdo.
Noté entonces que, de mi interior,
nada ha cambiado...
Aún brotan las mismas emociones
y el corazón ensimismado,
casi autista, aún destila de su amor
como veneno que adormece y hace reír...
Y me río talvez de mí mismo,
talvez de las circunstancias
y el tiempo... el bendito tiempo.
Leo, escribo,
observo, sueño...
y tú... ahí,
en cada cosa.
-C.
