SIN TÍTULO 5

Escucho el golpeteo de las teclas cuando escribo,
su ritmo casi imperceptible pero constante, hipnótico...
semejante a las gotas de lluvia al caer
sobre las hojas de mi jardín.

Su ritmo acompasado me impulsa más y más a la escritura
y yo sin mayor resistencia me dejo llevar por su caudal,
casi náufrago, acaso sin rumbo exacto
pero deleitado en cada sílaba y su entonación.
Su eco en mi mente es casi audible a otros,
mas por ahora, acállolas celosamente
y las guardo hasta su amanecer,
aquel día en que verán la luz
y se darán a conocer en libertad, galopantes...

Ya no como un murmullo sino como ruido de muchas voces
concordantes en amorosa conversación.

-C.