SIN TÍTULO 10

Intentar mirar al pasado
es como querer ver a la vuelta de la esquina.
No hay más que murmullos
que el tiempo va borrando.

Pero quedan experiencias
de las que aprendemos
y crecemos de una u otra forma.
No te mortifiques por mi pasado.
Tú desde siempre tienes lugar en mí…

Me haces falta... ocupa tu lugar.
Te lo he dado no tanto porque lo merezcas…
no necesitas merecerlo, sencillamente es tuyo,
ha sido preparado desde el principio…
es una parte de ti que ha sido puesta en mí,
no requieres permiso para entrar…
solo entra y llénalo de ti.

Te quiero … mi pasado, pasado es…
tu mi futuro... tu… un nuevo camino…
Te amo con el alma y con la mente,
mi corazón late por verte,
mi vida porque le acompañes.

Vamos… atravesemos el tiempo y las barreras.
Dejemos atrás las esquinas y los callejones,
andemos sobre césped y flores…
Quiero que tus risas me llenen de alegrías
así como mi rostro brilla por la estela de tu amor.
Brilla porque desde mi corazón
surge el reflejo de tu luz que me atraviesa,
me llena y me calma…
me haces suspirar…

Quédate siempre,
eres mi princesa, yo tu príncipe…
el tiempo la alfombra roja en que caminamos
unidos en cuerpo y alma…
Nuestra casa la bóveda celeste…
rodeados de voces antiguas y luces primigenias,
de vida eterna y de inigualable paz y libertad.

Recorramos el mundo en un suspiro
y recordemos el futuro
que ha de ser en nosotros…
distingamos en el horizonte nuestras vidas,
vayamos presurosos a su encuentro…

Más allá de todo tiempo y espacio,
más allá de la vida misma, más allá del cuerpo
los dolores y las cicatrices…
allá nos debemos encontrar.

-C.