MEMORIA SANGUIS

Me encuentro aún en ocasiones distraido
viendo tu rostro iluminado por la luz de la luna,
enmarcado entre dos estrellas que nos sonreían coquetas
desde el cielo... medio ocultas tras las nubes.

La arena en mis pies y en todo mi cuerpo
aún se hace presente en el pensamiento
de aquella noche mágica en que vi tu alma
y la quise conquistar...

Sangro mis palabras con cada letra
que dirijo hacia ti... y tú...
distante, ausente... indiferente...

Quisás solo ignorante de todo lo que escribo,
y talvez mejor sea de ese modo pues
evito enviarlas para no empalagarte una vez más
con mi sangre dulce a borbotones
que no pudiste recibir
pasadas solo un par de lunas
y muchas tardes de lluvia...

Y así... poco a poco la lluvia
va limpiando mis palabras,
las va lavando del tiempo y el espacio
que alguna vez cobijaron nuestra ilusión...

Y digo "nuestra" pues la vi en tus ojos
y la oí en tus palabras... la leí en tus gestos,
mas se han perdido... se han ido...
y con ellas me voy yo entre ríos de lluvia,
y tinta, y sangre, y... ¿llanto?
No, llanto no.

No lloraré sobre algo que me hizo feliz
bajo las nubes, la luna y las estrellas,
una noche de enero frente a la laguna mágica
de arenas blancas y brasas en el cielo.

La noche y la ilusión de vida
se hacen, lentamante, cada vez
más brumosas en la memoria.
Pero aún palpito...

-C.